Tras 38 años dedicados a la enseñanza del karate y la defensa personal, Daniel Fernández Vaquero se retiró, dejando tras de sí un legado de disciplina y respeto en el mundo de las artes marciales. En esta entrevista, Daniel comparte los momentos más significativos de su carrera, los desafíos que enfrentó, y sus consejos para futuros instructores, manteniendo vivo su vínculo con el karate más allá de su retiro.
Daniel inició su camino en el karate en 1977 bajo la tutela de Alfredo Golpe Pérez en el Dōjō Wadō Kan Karate Club de Navalmoral de la Mata, donde entrenó durante nueve años. A partir de 1987, llevó su pasión y conocimiento a otros lugares, enseñando primero en el Gimnasio Municipal Wadō Ryū de Almaraz. En 1994, se trasladó al Gimnasio Miguel Ángel y, tres años después, en 1997, empezó a impartir clases en la Escuela de Karate de Talayuela. Finalmente, decidió retirarse el pasado año, 2024, para disfrutar de una merecida jubilación.
¿Maestro, sensei, profesor o instructor?
Seria entrenador de Karate y experto nacional en Goshin Jutsu. Sensei es maestro, que es el que enseña algo de éste o de algún otro campo en general y sihan es maestro de otro maestro
¿Qué te motivó inicialmente a practicar karate y defensa personal?
Mi motivación fue igual que aquellos chavales de la época de los 70. Fue una serie de televisión llamada Kung fu en 1972 y las películas de cine de verano de artes marciales sobre todo las de Bruce Lee. Todos las recordamos.
También conocí sobre 1973 a un amigo mío, Alfonso, que venía de vacaciones desde Francia. Era cinturón negro de Karate, él fue el que me dio a conocer el Karate, pero lo tomamos como un juego.
Hasta que sobre el año 1977 conocimos a mi maestro Alfredo, en este momento fue cuando empezamos varios amigos de Navalmoral a practicar Karate-do. Gracias a mi maestro empezamos el camino de este arte marcial con mucha ilusión dedicación y disciplina.
Después de aprender karate, ¿qué te inspiró a convertirte en instructor?
Fue por vocación y para trasmitir las enseñanzas de mi maestro a los demás para qué siguieran conociendo este arte. Karate do (el camino de la mano vacía).
¿Cuál es tu filosofía personal sobre el karate y la defensa personal?
Mas que un trabajo, que lo fue durante muchos años, es una filosofía de vida para alcanzar el equilibrio con honor, dignidad y respeto hacia los demás. Más que un deporte es una forma de pensamiento que entra dentro de la mente y activa tu cuerpo con autodominio.

¿Cómo ha evolucionado tu método de enseñanza a lo largo de los años?
Aunque llevaba años de práctica, los primeros meses como instructor me precipitaba un poco en la enseñanza por falta de experiencia. Pero a lo largo de los meses fui evolucionando el método con explicaciones más metódicas y adaptadas a las capacidades cognitivas de cada alumno. Ya que cada uno era distinto enseñando las técnicas progresivamente desde el punto de partida hasta el final de las técnicas, para qué vieran bien la trayectoria de la misma y su finalidad poniendo ejemplos visuales como golpes a los paos o manoplas y aplicaciones con un compañero las técnicas de defensa para que lo entendieran correctamente.
También en los desplazamientos con aros sobre el suelo, para que movieran los pies en avance y retroceso con un deslizamiento adecuado de forma que consiguieran un equilibrio y buena base de asentamiento.
La buena forma sería aprender lo justo y necesario, pero con muchas repeticiones. Esa es la clave. También el maestro aprende del alumno.
¿Podrías compartir un par de momentos especialmente memorables de tu carrera como entrenador?
Momentos memorables hay muchos. Pero por citar dos, te puedo decir que los primeros meses de clases los alumnos asistían con ilusión y con ganas de aprender. Otro momento fue al final de mi carrera cuando los anuncie que no podía seguir y lo entendieron. Sobre todo algunos alumnos que hacía años que se fueron a estudiar fuera me mandaron mensajes, agradeciéndome todas la enseñanzas que aprendieron desde pequeños.
¿Cuáles fueron algunos de los retos más grandes que enfrentaste enseñando a estudiantes de diferentes edades?
Puedo decir que cada día era un reto. Sobre todo, que en el mismo horario había alumnos de diferente nivel y tenía que adaptar las enseñanzas cada uno a su nivel, dividiendo la clase en grupos para los principiantes y avanzados, para que fueran asimilando todos los conceptos técnicos. También para los niños pequeños que querían hacer kumite o combate demasiado pronto. Hacerlos entender que antes hay que seguir un camino de aprendizaje largo, para conseguir primero habilidades técnicas de ataque, defensa, control de la distancia y coordinación y siguiendo los tres pilares, esta es la base. Primero Kihon técnica básica, segundo Kata, forma combate de técnicas de ataque y defensa ante adversarios imaginarios. Tercero Kumite o combate.
¿Cuál es el aspecto más importante que has intentado transmitir a tus alumnos sobre las artes marciales?
Lo más importante es trasmitir los valores que te enseña el Karate y que sigan un código moral. Lo conocemos como Dojo Kun (mandamientos del dojo), que son: respeto a los demás, esfuerzo y cortesía, reprimir la violencia, guardar fidelidad, perfección de la personalidad, ser correcto y leal, esforzarse, superación personal, perseverancia, paz interior y ayudar a los demás. Por otro lado, Seijun (Propósitos) que son: qua no te hagan daño, nunca hagas daño, nunca te hagas daño. Este es el mensaje
¿Qué te llevó a decidir retirarte después de tantos años enseñando?
Después de casi 40 años en la enseñanza, decidí que me llegó el momento de retirarme. Jubilarme y empezar una nueva etapa aunque no siga con las clases de Karate estoy en contacto con este arte marcial que ha sido mi vida durante 50 años de práctica. Siempre lo tendré dentro.
¿cómo te gustaría que tus alumnos recordaran tus enseñanzas y tu enfoque?
Me gustaría que me recordaran con mucha ilusión, agradecimiento y respeto. Y que sepan que he formado parte de su vida dándoles todos los conocimientos de este arte marcial que he podido. Desde los más pequeños, con 4 o 5 años, hasta que les llegó el momento de decidir su camino por estudios o trabajo.
¿Qué consejos le darías al nuevo instructor de karate y defensa personal?
Le diría que enseñando también se aprende y que la experiencia proporciona conocimientos para conocer a los alumnos y transmitir las enseñanzas que necesitan dependiendo del nivel que tenga cada uno y sobre todo ilusión, comunicación y paciencia.
¿Sigues practicando karate y defensa personal después de tu retiro?
Si sigo. Por suerte tengo el dojo cerca de casa y dedico unas horas a la semana para repasar y recuperar katas de Karate y Kobudo, junto con las técnicas de goshin. Ayuda a mejorar la memoria y la movilidad, es muy importante.
¿Cómo ves el futuro del karate y la defensa personal en Talayuela?
Muy bueno, ahora que ampliaron los horarios y puedan elegir los jóvenes en sus ratos libres el que mejor los venga os ánimo a que os pongáis en contacto con el Presidente o el Director técnico para qué probéis unas clases y conozcáis el principio de este arte.
¿Que mensaje le mandarías a todas aquellas personas que han sido alumnos tuyos durante estos años?
Mi mensaje sería que dedicaran parte de su tiempo libre a seguir practicando Karate y defensa personal y guarden en su memoria todo lo que aprendieron desde pequeños de este arte. Que sigan los consejos del Dojo Kun, los Mandamientos del Dojo.